Aprovechando que la normativa de la Federación de Automovilismo de Letonia permite competir a pilotos jóvenes, menores de edad, Raúl Hernández, un adolescente lanzaroteño de 15 años, se presentaba en su primera competición de tierra en un rally internacional, en la modalidad de Rallysprint del rally Latvija. Justo siguiendo los pasos del ya conocido Kalle Rovanpera, que precisamente estaba presente ganando además en el apartado del Rally grande.

El primero de los tramos del joven piloto canario, copilotado, eso sí, por el experimentado Rogelio Peñate, era uno de casi 7 kilómetros donde su Peugeot 208 R2 terminaba en 18ª posición absoluta y cuarto en tracción simple. Pero conforme avanzaban los tramos, 7 en la modalidad Rallysprint, Raúl se fue entonando consiguiendo en las dos últimas ser el mejor de tracción simple, incluso en el penúltimo tramo firmar un segundo puesto absoluto, lo que le colocaba al final de la prueba como décimo absoluto y tercera de los de tracción a solo dos ruedas.

Por su parte Kalle Rovanpera, copilotado también por el experimentado Risto Pietiläinen y a bordo de un Skoda Fabia R5 dominaba 11 de los 12 tramos de los que constaba el Rally y llegaba a la meta con una ventaja de más de un minuto y medio sobre Janis Vorobjovs con el Mitsubishi Mirage RS Proto y dejando a más de dos minutos al segundo R5, el de Janis Berkis y si Fiesta R5.

Ahora bien, sabiendo que Raúl estaba en el Rallysprint, que pasaba una media hora después y en el mismo tramo donde hizo segundo absoluto, si lo comparáramos con el Rally Internacional, su tiempo le colocaría 13º absoluto, tercero de los Junior (participaban 6) y también tercero entre la competida clase R2. Nada, pero nada, mal.

Desde aquí animamos la iniciativa canaria de colocar a uno de sus diamantes en bruto a competir cuando mejor se absorben las sensaciones, en la pubertad, y hacer correr a Raúl para así seguir los pasos del que seguramente será el piloto del futuro, Kalle Rovanpera.