Todo parecía que el título debería esperar a otro Gran Premio, debido a la climatología de la jornada, que debía recortar la carrera y no se darían los puntos completos. Pero después de las entrevistas, se comunicaba que ya era campeón, debiendo volver a la entrevista como tal. Era debido a que hay una norma que dice que los puntos se dan completos si se da la bandera a cuadros, a pesar de haber hecho menos de 30 vueltas.

Nada más arrancar la carrera, Verstappen dominaba ya en la salida, pero detrás se creaba la esperada lista de incidencias, cuando se da la salida en parado y bajo la lluvia, y con neumáticos de lluvia extrema. Vettel tenía un trompo antes de llegar a la primera curva al tocarse con Alonso. Pero lo importante es cuando Carlos Sainz se salía por un aquaplaning e impactaba con las vallas, quedando parte de su coche en medio de la pista. Poco antes Sergio Perez le había adelantado, y perseguía a Leclerc, segundo clasificado. Gasly impactaba con un cartel que se soltó tras el golpe y lo arrastraba por el circuito hasta los pits. Albon también se detenía en pista, e incluso Zhou trompeaba en esa misma vuelta. El coche de seguridad estaba obligado a salir, después de sólo dos vueltas. Inmediatamente se sacaba la bandera roja, por lo que los coches deberían pararse en el orden de carrera en la línea de boxes. Es el momento cuando Pierre Gasly se encontraba con la grúa que iba a buscar al Ferrari de Sainz, recordando el grave accidente mortal de Jules Bianchi en ese mismo Gran Premio, en 2014.
Tras casi dos horas paradas, en un impase de salir o no debido a la lluvia, se volvía a la pista tras el Safety Car en el orden Verstappen, Leclerc, Pérez, Ocon, Hamilton y Alonso entre los seis mejores. Quedaban 40 minutos para llegar al máximo de tiempo permitido, por lo que ya se sabía que no se llegaban a dar muchas vueltas. El holandés se mantenía nuevamente y fácilmente en cabeza, en una pista apta para neumáticos intermedios. Vettel y Latifi eran los primeros en hacerlo, y eso colocaba al alemán muy arriba. Enseguida el resto les copiaba una o dos vueltas después, siendo Alonso el último en hacerlo, lo que le dejaba en cabeza una vuelta.
Verstappen volvía a liderar, con Leclerc detrás a seis segundos, y con Perez tercero. Seguido de Ocon y Hamilton. Vettel había superado a Alonso gracias a su mejor estrategia de neumáticos.
Hamilton adelantaba a Ocon mientras que Perez asediaba a Leclerc. Alonso volvía a los boxes cuando veía que Russell le recortaba rápidamente y colocaba intermedios nuevos, para salir décimo. Pero Alonso en un final apoteósico, recuperaba las posiciones de Latifi y Norris, para llegar a Russell y superarle también. Finalmente llegaba casi en paralelo con Vettel, peleando por esa sexta posición, que se quedó el alemán por apenas unos centímetros.
Leclerc y Perez peleaban por la segunda plaza, y en la última pasada por la chicane el monegasco la pasaba recto, ganando tiempo, pasando la meta segundo, aunque una penalización de 5 segundos por esta maniobra le dejaba en tercera posición y dando a Red Bull un sonado doblete el día de la coronación de Verstappen.

Leclerc, perseguido por Perez